Esa mujer que estaba en los ultimos meses para su parto y no tenia ganas de hacer nada con su marido:
-No, ¡que no quiero! Toma, aquí tienes dinero para que te busques a otra mujer por esta noche.
El marido lo coje, sale corriendo y regresa al cabo de una hora:
-¿Tan rápido lo has hecho?
¿dónde has ido?
-Aquí mismo, al primer piso, con Doña Luisa.
Y me ha cobrado muy poco.
-¿Cómo?
¿Doña Luisa? -exclama ella indignada-.
¡Qué sinvergüenza! Cuando ella estaba embarazada, yo no le cobré ni un céntimo a su marido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario